Hoy nos vamos hasta Guadalajara, hasta la Finca Molino Rosales. Por el camino campos de lavanda y paisajes abruptos, solitarios y diferentes. Allí, en dos casas no muy alejadas entre sí, se preparaban entre el calor del ambiente y el calor de los suyos, Rut y Rafa para darse el sí quiero en una boda campestre y desenfadada. Para organizarlo, muchísimo trabajo logístico y de organización por su parte para no dejar escapar ningún detalle.
Ellos se conocieron bailando, y bailando demostraron su gran complicidad y sintonía en muchos momentos del día. En la ceremonia, las palabras de amigos y familiares, una vez más, definieron a esta pareja, que aunque tuvimos la oportunidad de conocer durante su preboda entre jaras, les dibujaron como inseparables y únicos. Cercanos y entrañables.
Nos quedamos con sus enormes ganas por disfrutar cada segundo de la celebración, con su alegría por estar acompañados de sus seres queridos y corresponder el cariño que, inevitablemente, se siente por ellos. En lo que a la vista queda, nos quedamos con el traje de novia de Marcela Mansergas que llevaba Rut, con los gemelos de Rafa diseñados por Ginger Velvet y con cada mirada que ellos se intercambiaban. Sin duda, inseparables.
Finca: Finca Molino Rosales http://www.molinorosales.com
Catering: www.casadepias.com
Traje de la novia: http://marcelamansergasatelier.com/