Cuando llega el día de encontrarnos de nuevo con los novios y hablamos de las sensaciones que vivieron el día de la boda, además de la completa felicidad y la intensidad de sentimientos, hay otra que es prácticamente unánime, la sensación de brevedad del acontecimiento. Una forma, sin duda, de tratar de aplacar esa impresión es estirar la celebración al máximo y así lo plantearon Cris y Adri cuando empezaron a planificar su enlace. Harían una boda de tres días, una boda campestre en un entorno rural donde todos sus invitados pudieran disfrutar de la reunión más allá de la ceremonia, la cena y la discoteca.
Para ello eligieron el Hotel Puerta de Gredos, hotel rural situado en El Barco de Ávila, en pleno valle del Tormes. Hotel concebido en torno a un conjunto histórico de finales del siglo XVIII que con sus diferentes estancias y edificios se perfilaba como el lugar ideal para plantear un evento de este tipo. Podéis ver un resumen también en vídeo de Marmellata Films.
Dia 1 – Veni Vidi…Picnic
El primer día fue el de bienvenida, check-in y preparativos. Los invitados, familiares y amigos se hicieron partícipes de la boda aportando su granito de arena a través de la preparación de la decoración y la familiarización con el lugar y el resto de invitados. Antes de todo, o entre medias, tuvimos un ratito con Cris y Adri para un pequeña sesión de preboda en la chopera que al día siguiente serviría como lugar para montar la ceremonia. Después, a medida que los invitados iban llegando, mesa de limonada y cóctel, buena música y un ambiente que a cada rato se iba haciendo más acogedor y propio. Barbacoa y mesas de picnic en la pradera junto al secadero de lana, luces y velas se encendieron para esperar la noche. Y con la noche, una hermosa mesa de tartas y dulces.
Día 2 – Sí quiero y un montón de cosas más.
El segundo día amaneció como se esperaba, soleado y sonriente. ¡Era el día de la boda! En esta ocasión y durante toda la jornada, contamos con la inestimable colaboración de nuestra compi y amiga Yolanda Selma a la cámara y conocimos también a Ubaldo de Marmellata Films. Todos a una para recoger y retratar los momentos de un día de boda espectacular. Desayuno y preparativos, algunos pocos nervios y la ceremonia dispuesta en la chopera, 90 sillas, dos bancos y un pasillo de acceso al altar decorado con piñas. El contenido de la ceremonia, curradísimo y original. Sonrisas y Lágrimas. Cris había sido maquillada y peinada por Clara y Flavia, su vestido diseñado por Mónica Romeo y el ramo era obra de Ismael, florista de El Barco de Ávila. Para el momento del baile y el resto de la noche Cris eligió un vestido corto y una diadema de flores de Santa Casilda Barcelona.
Día 3 – Let’s party, once again.
El tercer día, resucitar, ya se sabe. Día de piscina y siempre buena música para de verdad poder estar con todos, hablar de los momentos vividos y poder despedirse con calma y con propiedad. El trabajo de Lita Echevarría como Event Planner se completaba en esta jornada.