Preboda en Brighton
Preboda en Brighton
En nuestros planes figuraba un día primaveral y algo de sol. Así habían sido los días anteriores, y del sur y de la costa, no podíamos esperar menos. El clima quiso cambiar y regalarnos un precioso día de niebla y viento, que trajo una luz mágica y movimiento a cada toma.
Después de un par de días de caminata por bosques inmensos, la visión de ciervos, corzos, ponys y caballos salvajes, llegar a una ciudad como Brighton, en las condiciones climatológicas en que lo hicimos, produce una serie de extrañas sensaciones. Entre la niebla, el famoso paseo que acompaña a la costa se pierde para dibujarse infinito y misterioso. Las luces de los coches y del puerto son de las pocas muestras de actividad que ofrecen las calles.
Solamente habíamos tenido un par de horas para localizar por la zona y nuestra primera idea había sido emplear los White Cliffs para aprovechar la puesta de sol con el mar de fondo y las praderas que rodean esta espectacular ladera. Una sesión de pareja en Inglaterra es impredecible.
Aga y Darek nos llevaron por la zona del puerto antiguo del que, tras un importante incendio y el azote continuo de las olas, solo quedaban unos cuantos restos que pudieran sugerir su forma. Los maderos que un día sirvieran para sostener la plataforma ahora se erguían de un negro profundo desde las aguas. Justamente a espaldas de la costa se levantaban un gran número de casetas de franjas de colores que dotaban, más si cabe, de contrastes la escena.
Acabamos la jornada con un té caliente y viendo como la luz en el cielo se iba atenuando hasta caer en la oscuridad de la noche.