Hay parejas enamoradas que enamoran. Rut y Rafa son una de esas. Un paseo entre jaras, por caminos de tierra y rocas calizas para acabar descalzos y escalar a lo más alto. Contemplar las vistas de un paisaje extraño y abrupto. Entre tanto, sonrisas, risas y una complicidad que deslumbra. Fue emocionante (de emoción) poder observar como sus ojos intercambiaban miradas y sus manos se unían para ayudarse a superar los pequeño, medianos y grandes obstáculos que presentaba el terreno. Una metáfora muy significativa de lo que dos individuos en pareja deben ofrecerse. Amor, cariño y apoyo incondicional. Porque es posible estar enamorado si te acompaña la convivencia diaria y el trabajo (que nos lo digan a nosotros!). Nos quedamos con sus dotes para el baile loco y con unas ganas locas de que llegue su boda. De momento, contemplamos y compartimos sus fotos de Preboda en Madrid.